¡Hola, detectives
literarios y amantes de la historia con lupa! Hoy vamos a hablar de algo que a
veces nos pasa desapercibido, pero que es súper interesante: los errores
históricos en la literatura. Esos momentos en que los escritores, por
despiste, licencia creativa o simplemente porque no tenían Google a mano,
metieron la pata con algún dato histórico.
Y lo mejor de todo es
que, muchas veces, ¡nadie se dio cuenta o, si se dieron cuenta, les dio
igual porque la historia era demasiado buena!
La Trampa del
Detalle Histórico: ¿Descuido o Licencia Creativa?
Cuando un autor
escribe una novela ambientada en el pasado, tiene un trabajazo. Tiene que
investigar la época, las costumbres, la política, la vestimenta, ¡hasta la
comida! Quieren que su mundo sea creíble. Pero a veces, por mucho que
investiguen, se les cuela algo, o deciden saltarse la regla por el bien de la
trama.
- Descuido Genuino: Simplemente, no
encontraron el dato correcto o se les pasó. ¡Son humanos!
- Licencia Creativa: A veces, el autor sabe
que un detalle no es históricamente preciso, pero decide usarlo porque le
conviene a la historia, hace al personaje más interesante, o simplemente
suena mejor. Es un "sacrificio" por el arte.
- Anacronismos: El error más común. Poner algo
que no existía en esa época (un objeto, una frase, una tecnología).
Lo curioso es que, si
la historia es lo suficientemente buena, si los personajes te atrapan, o si la
atmósfera es mágica, esos pequeños errores ¡pasan desapercibidos o se perdonan!
La inmersión en la ficción es tan poderosa que la realidad histórica se vuelve
secundaria.
Errores Famosos
(que no le Quitan Ni un Ápice de Genialidad a las Obras)
Aquí te dejo algunos
ejemplos de "deslices" históricos en libros famosos. ¡No te
preocupes, esto no les resta ni un punto a su genialidad!
1. El Famoso
"Pelo Largo" de los Vikingos (y los Cascos con Cuernos)
- ¿Dónde lo vemos? En muchísimas novelas
históricas (y películas y series) sobre vikingos. Se les suele representar
con largas melenas, barbas y, a veces, ¡cascos con cuernos!
- El Error: La realidad es que los vikingos
solían tener el pelo corto o rapado por los lados (por higiene y
practicidad en la batalla). Y lo de los cascos con cuernos... ¡eso
es una invención del siglo XIX para las óperas! No hay evidencia
arqueológica de que los usaran.
- ¿Por qué nos da igual? Porque la imagen del
vikingo melenudo y feroz es tan icónica y poderosa que ya es parte de
nuestro imaginario colectivo. La licencia es más atractiva que la realidad
en este caso.
2. La "Lucha
por la Verdad Histórica" de Los Tres Mosqueteros (Alexandre Dumas)
- ¿Dónde lo vemos? En la novela clásica de Alexandre
Dumas, Los Tres Mosqueteros, y todas sus adaptaciones.
- El Error: Dumas, aunque usó fuentes
históricas, se tomó muchísimas libertades. Cambió las edades de los
personajes, inventó tramas amorosas, alteró eventos políticos y exageró
las personalidades. Por ejemplo, Milady de Winter, aunque basada en una
figura real, es mucho más perversa y central en la novela que en la
historia. Los mosqueteros reales no eran tan intrépidos ni tan jóvenes.
- ¿Por qué nos da igual? ¡Porque la novela es
un torbellino de aventuras, amistad y duelos que nos encanta! La historia
que Dumas nos cuenta es tan emocionante que nadie se queja de que no sea
un documental. La ficción superó a los hechos.
3. El
"Descubrimiento" de América en El Último Mohicano (James
Fenimore Cooper)
- ¿Dónde lo vemos? En la clásica novela de
aventuras ambientada en la Guerra Franco-India.
- El Error: En una escena, los personajes de
la novela, ambientada en el siglo XVIII, hablan de "el descubrimiento
de América" como si fuera un evento reciente o algo de lo que todavía
se hablara con asombro. Pero claro, en el siglo XVIII, el "descubrimiento"
ya llevaba siglos y era un hecho histórico archiconocido y aceptado.
- ¿Por qué nos da igual? La novela te sumerge
en las batallas, los paisajes salvajes y la tensión entre los colonos y
los nativos. Es un error de ambientación más que de trama, y la aventura
es lo suficientemente emocionante como para pasar por alto ese pequeño
desliz temporal.
4. La Tecnología
en Un Yanqui en la Corte del Rey Arturo (Mark Twain)
- ¿Dónde lo vemos? En la novela de Mark
Twain, un yanqui del siglo XIX viaja en el tiempo a la Inglaterra del
Rey Arturo y usa sus conocimientos para introducir inventos modernos.
- El Error (a propósito): Aquí el
"error" es la base de la trama y es completamente intencionado.
Twain satiriza la idealización del pasado y el choque entre la modernidad
y la Edad Media. Pero lo interesante es cómo, para que la sátira funcione,
la historia "juega" constantemente con lo que es históricamente
posible y lo que no.
- ¿Por qué nos da igual? Porque la comedia y
la crítica social de Twain son tan brillantes que la precisión histórica
no es el punto. El "error" es la herramienta para la risa y la
reflexión.
La Magia de la
Ficción Sobre el Rigor Histórico
Al final, la
literatura no es un libro de historia. Su objetivo principal es contar una
buena historia, emocionar, hacer pensar y transportar al lector a otro lugar y
tiempo. Si para lograr eso, el autor tiene que "tunear" un poco la
realidad histórica, la mayoría de las veces se lo perdonamos (y ni lo notamos).
Estos pequeños
errores nos recuerdan que la ficción es un universo propio, y que la
imaginación, a veces, es más poderosa que el dato exacto. ¡Lo importante es que
el viaje valga la pena!
¿Conoces algún
otro error histórico curioso en la literatura? ¿Crees que un autor debería ser
100% fiel a la historia, o vale la pena tomarse libertades? ¡Cuéntame en los
comentarios!
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