¡Hola a todos los
amantes de los mundos fantásticos y los frikis de Tolkien! Hoy vamos a meternos
de lleno en algo que, si eres fan del Profesor, seguro que te ha volado la
cabeza más de una vez: la cosmogonía de su universo. O, para que nos
entendamos, ¿cómo demonios se inventó este hombre un mundo tan complejo y
detallado desde la nada?
Porque sí, amigos,
Tolkien no se limitó a escribir una historia. Él creó un universo entero,
con su propia historia, mitología, idiomas, razas, y hasta su propio "Big
Bang". Es una auténtica locura, y una lección magistral de construcción de
mundos.
La Música de los
Ainur: El Génesis de Arda
Olvídate de la
manzana y la serpiente. El universo de Tolkien, conocido como Arda,
nació de la música. Sí, has leído bien: ¡música! En el Ainulindalë
(que es como la Biblia de Tolkien), nos cuenta que al principio solo existía
Eru Ilúvatar, el único. Y este Ilúvatar creó a los Ainur, unos seres divinos
que eran como ángeles músicos.
Su misión era cantar,
y de ese canto conjunto nació el mundo. Cada Ainu aportaba su propia melodía,
su propia visión. Y aquí es donde la cosa se pone interesante: uno de ellos, Melkor
(el que luego sería Morgoth, el primer Señor Oscuro), intentó meter sus propias
notas disonantes, creando caos y discordia. Pero incluso de esa discordia,
Ilúvatar tejió algo nuevo, algo que acabó formando parte de la creación. Es
como si el universo se hubiera originado de una improvisación jazzística
cósmica, ¡pero a lo grande!
El Rol de los
Valar y Maiar: Los Arquitectos del Mundo
Una vez que la
"visión" del mundo estaba ahí, algunos de esos Ainur decidieron bajar
y darle forma física. Estos son los Valar y los Maiar, y son, por
así decirlo, los arquitectos, los diseñadores y los obreros de Arda. Ellos
moldearon las montañas, excavaron los valles, crearon los mares y los ríos.
Piensa en ellos como
los dioses griegos, pero con una misión más definida y, en general, menos drama
entre ellos (aunque Melkor siempre dando la nota, claro). Son los que, con su
trabajo y su poder, convirtieron la melodía en tierra, agua, fuego y aire. Es
alucinante pensar en el nivel de detalle con el que Tolkien describió no solo
la creación, sino también los seres encargados de llevarla a cabo. No era solo
"Dios hizo el mundo", era "los Valar y Maiar, con sus distintas
habilidades, hicieron esto y aquello".
Las Eras y el
Pasado Profundo: Dándole una Historia al Universo
Pero no basta con
crear un mundo; también hay que darle una historia. La cosmogonía de Tolkien no
es un evento único, sino un proceso que se desarrolla a lo largo de eras.
Tenemos las Edades de los Árboles, las Edades del Sol... cada una con sus
propios acontecimientos, sus propias guerras, sus propias leyendas.
Y es este pasado
profundo el que le da a la Tierra Media esa sensación de antigüedad, de que
todo lo que sucede en El Señor de los Anillos es solo una pequeña parte
de una historia mucho más grande y ancestral. No es solo un escenario, es un
personaje más, con cicatrices y recuerdos. Las ruinas que ves, los nombres
antiguos, las canciones que se cantan... todo eso te conecta con un pasado que
Tolkien construyó con una meticulosidad enfermiza (en el buen sentido, claro).
¿Por qué es tan
importante la Cosmogonía?
Pues mira, entender
cómo Tolkien construyó su universo desde cero es clave por varias razones:
- Da profundidad: No es solo una historia de
buenos contra malos. Hay un trasfondo mítico, una razón de ser para cada
raza, para cada conflicto.
- Aporta coherencia: Todo encaja. Los idiomas,
las culturas, la geografía... todo tiene un origen y una lógica interna
dentro de su cosmogonía.
- Nos enseña a crear: Para cualquier aspirante
a escritor o simplemente para quien le guste la fantasía, ver cómo Tolkien
lo hizo es una lección brutal de cómo construir un mundo creíble y vivo.
En resumen, la
cosmogonía de Tolkien no es un simple apéndice a sus historias. Es el cimiento
sobre el que se levanta todo su legado literario. Es la prueba de que, para
crear algo verdaderamente épico, a veces hay que empezar por la música de las
estrellas.
¿Qué os parece la
forma en que Tolkien creó su universo? ¿Hay algún aspecto de su cosmogonía que
os fascine especialmente? ¡Contadme en los comentarios!
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