A ver, si hay un personaje que te hace decir "¡Qué
cojones le pasa a este tío!", ese es Patrick Bateman. El
protagonista de American Psycho no es un psicópata al uso; es un
espejo brutal y retorcido de una época, los años 80, donde el dinero, la
apariencia y el ego lo eran todo. Tanto el libro de Bret Easton Ellis
como la peli de Mary Harron son un golpe en la cara, una sátira tan
bestia que te hace reír (con culpa) y sentir un escalofrío al mismo tiempo.
Vamos a ver cómo esta historia de un asesino de Wall Street nos puso delante
las narices los excesos de la cultura yuppie.
Patrick Bateman: El Influencer Asesino del Wall Street de
los 80
Imagina esto: un tipo guapo, rico, que se cuida como nadie,
tiene la ropa más cara, va a los restaurantes más exclusivos y habla de
tarjetas de visita como si fueran obras de arte. Ese es Patrick Bateman. Pero
debajo de esa fachada impecable, hay un vacío tan grande y una crueldad tan
desmedida que es capaz de cometer las atrocidades más salvajes.
American Psycho, la novela de Bret Easton
Ellis (publicada en 1991), no es solo una historia de terror. Es una sátira
brutal y despiadada sobre:
- El
Consumismo Desenfrenado: Bateman vive por y para las marcas, las
etiquetas, la exclusividad. Su identidad se construye a base de productos
caros. La novela detalla obsesivamente cada marca, cada diseño, cada
restaurante de moda. Es una crítica a cómo el capitalismo extremo nos reduce
a lo que poseemos.
- La
Cultura Yuppie de los 80: Ellis pinta un cuadro de la élite de Wall
Street en los años 80: gente vacía, superficial, obsesionada con el
estatus, que se confunden entre sí, sin ningún valor más allá del dinero y
la apariencia. Es una existencia hueca, donde las personas son intercambiables.
- Masculinidad
Tóxica y Violencia: Bateman es el epítome del machismo más asqueroso.
Sus crímenes, especialmente contra mujeres, son una manifestación de la
violencia inherente a una masculinidad que se siente con derecho a todo,
que objetifica y deshumaniza.
- Vacío
Existencial: ¿Por qué mata Bateman? No hay un motivo claro. No hay
ideología, ni ira profunda, ni traumas. Es el aburrimiento, la falta de
conexión humana y un abismo existencial lo que lo empuja a la violencia.
La apatía es su verdadero monstruo.
Ellis usa una narración en primera persona que te
mete directamente en la mente de Bateman. Es desagradable, repetitivo y a
veces, hilarante por lo absurdo. Te obliga a enfrentarte a lo peor de la
naturaleza humana y de una sociedad.
Del Libro a la Gran Pantalla: Dos Caras del Mismo Espejo
Llevar una novela tan extrema y polémica al cine era un
dolor de cabeza. Muchos directores quisieron hacerlo, pero pocos se atrevían.
La directora Mary Harron (con un guion coescrito con Guinevere Turner)
lo consiguió en el año 2000, y lo hizo de una forma brillante, aunque con sus
propias decisiones:
- La
Aproximación de Ellis (Libro): El libro es más extremo, explícito y
crudo. Ellis no se corta un pelo con las descripciones gráficas de la
violencia, el sexo y el gore. Es repetitivo y a veces, intencionalmente
aburrido, para transmitir el tedio de Bateman y la alienación del lector.
La ambigüedad sobre si los asesinatos son reales o solo alucinaciones de
Bateman es mucho más fuerte en el libro, dejándote con la duda hasta el
final. Su crítica es más punzante y directa.
- La
Aproximación de Mary Harron (Película): Harron tuvo que suavizar la
violencia explícita (por razones obvias de censura y para que no fuera
solo una película gore). Pero donde brilla es en su humor negro y su
estilización. La película es más una comedia negra satírica. Se
burla más abiertamente de la superficialidad de los yuppies, de cómo se
confunden unos con otros y de la obsesión por el estatus.
- Consumismo:
La película lo muestra a través de la impecable puesta en escena: la
ropa, los restaurantes, los apartamentos minimalistas. La obsesión de
Bateman con las tarjetas de visita es un gag recurrente.
- Masculinidad
Tóxica: La violencia de Bateman, aunque menos gráfica, sigue siendo
perturbadora. Se muestra su narcisismo extremo, su misoginia y su
necesidad de dominación, pero de una forma más contenida.
- Vacío
Existencial: Christian Bale borda la interpretación de Bateman,
mostrando la fachada de normalidad y la locura interna. Sus monólogos
sobre música pop o el cuidado personal son hilarantes, pero también
patéticos. La película mantiene la ambigüedad sobre la realidad de los
crímenes, pero lo hace de una manera más visual y sugestiva.
La película de Harron es un logro porque consigue ser fiel
al espíritu del libro sin caer en la mera provocación. Es más accesible, pero
igual de mordaz en su crítica.
¡El Escándalo y la Redención! American Psycho Como Icono
Cultural
Cuando American Psycho salió, tanto el libro como la
película, ¡la que se armó fue gorda!
- Recepción
Inicial y Controversia del Libro: La novela de Ellis generó un escándalo
brutal. Fue atacada por su violencia extrema, su misoginia y por ser
"pornográfica". Muchas librerías se negaron a venderla.
Organizaciones feministas la criticaron duramente. Se discutió si era arte
o simplemente una provocación barata. Ellis fue crucificado por muchos, y
la novela se convirtió en un símbolo de la "literatura
transgresora" (o directamente "repugnante") de los 90.
- Recepción
Inicial y Controversia de la Película: La película también tuvo su
ración de polémica. Muchos fans del libro la criticaron por ser
"demasiado suave" o por no mostrar todo el gore. Otros la
criticaron por su contenido. Sin embargo, la crítica general fue más
positiva, valorando la interpretación de Bale y el ingenio de Harron para
adaptar algo tan difícil.
¿Cómo Cambió la Percepción? De Obra Maldita a Referencia
Cultural
Con el tiempo, la percepción de American Psycho
(especialmente la película) ha cambiado radicalmente:
- Sátira,
no apología: Lo que al principio se veía como una apología de la
violencia o del machismo, ahora se entiende mucho más como una sátira
brutal y descarnada. La gente ha empezado a ver que no es un libro que
"celebre" esos horrores, sino que los expone de forma grotesca
para criticarlos.
- Relevancia
atemporal: La crítica al consumismo, la superficialidad y la
masculinidad tóxica no se quedó en los 80. Con el auge de las redes
sociales, los influencers y la cultura de la imagen, los temas de American
Psycho siguen siendo increíblemente relevantes hoy. La obsesión
por la apariencia, la validación externa y el juicio constante resuenan
con la vida moderna.
- Icono
de la cultura pop: Patrick Bateman se ha convertido en un personaje
icónico. Sus frases, su rutina matutina, sus monólogos sobre música, su
sonrisa psicópata... todo ha calado en la cultura popular. Es un meme, un
referente en el cine y la televisión, y un símbolo del "mal"
moderno.
- Obra
de culto: La película, en particular, se ha convertido en una película
de culto, admirada por su audacia, su estilo y su capacidad para
provocar.
Al final, American Psycho es una de esas obras que te
obliga a mirar el lado oscuro de la sociedad y de la naturaleza humana. Es
incómoda, sí, pero precisamente por eso, es poderosa. Nos recuerda que, a
veces, los monstruos no se esconden bajo la cama, sino detrás de un traje de
Armani.
¿Qué te genera más miedo de Patrick Bateman: su violencia o
su vacío? ¿Crees que la cultura de hoy tiene un poco de "Bateman" en
ella?
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