Sinopsis
En 1483, dos jóvenes desaparecieron sin dejar el menos
rastro de la Torre de Londres. No tendría quizá mayor importancia si no se
tratara de dos príncipes, Eduardo y Ricardo de York, y el misterio no parece
haberse resuelto todavía: ¿Qué fue de estos dos niños?, ¿fueron víctimas de una
cruel trama urdida por su tío el duque de Gloucester, coronado como Ricardo
III?
En una espléndida recreación de la insidiosas
intrigas palaciegas y sirviéndose de unos personajes perfectamente trazados,
Robin Maxwell no sólo narra con el vigor y el colorido que la caracterizan las
despiadadas luchas por el trono, sino que incluso ofrece una sorprendente
explicación del misterio absolutamente convincente.
Robin Maxwell ha centrado su obra en la dinastía
Tudor, durante los últimos años y todos los interesados en esta época, podrán
disfrutar con sus obras: "El diario secreto de Ana Bolena", El
bastardo de la reina".
Opinion
personal
Ya me conocéis que entre la familia Romanov y la época de la vida de las
dos rosas vivo deseando que se cree una máquina del tiempo y que yo esté viva
para poder usarla, no puedo decir más. En esta historia, que lamentablemente
todos conocen se habla de los jóvenes Eduardo y Ricardo de York, tíos del que
sería el futuro Enrique VIII. Fueron llevados a la torre de Londres para poder
´´mantenerlos a salvo´´ pero de allí no volvieron a salir y todo ello desde
1483. De ahí que se cree el misterio de los llamados ´´príncipes cautivos´´
unos dicen que Ricardo III ordeno que los mataran, en algunas series se dice
que Margarita Beaufort (la madre de Enrique VII y abuela De Enrique VIII) fue
la que ordeno que muriesen. He leído por ahí, se dice, se rumorea, que en 1674
se encontraron dos cuerpos en una remodelación, en una caja de madera, a
unos 3 metros de profundidad bajo la escalera principal de la capilla de la
torre. Los cuerpos eran de dos niños, coincidían en edad, coincidían en tamaño
asi que se les dio sepultura cuatro años despues en la abadía de Westminster.
Asi que sean ellos o no sean ellos, Eduardo y Ricardo descansan en paz junto a
su hermana Isabel de York (la madre de enrique VIII y junto a su sobrino)
En esta historia me encanta el punto de vista tan simple que tiene: Ha
muerto Arturo, el heredero de Isabel y Enrique. Por lo que isabel (Bessie) esta
obviamente destrozada. Margarita Beaufort, su suegra, no deja que vea a nadie
pero Bessie tiene a su mejor amiga Nell (hija del impresor William Caxton) que
aun con las prohibiciones de la reina madre, va a ver a su amiga. En ese
momento llega el niño Enrique VIII, el que estaba destinado a ser cura ¿irónico
no? Y ambas deciden contarle toda la historia: como termino la guerra, como sus
papas llegaron a ser reyes y…lo que le pasó a sus tíos Eduardo y Ricardo.
El hecho de ver la historia contada desde un punto de vista maternal a mi
me ha encantado ¡me ha parecido sublime! Me he sentido como si estuviera sentada
en esa cama con Bessie, Nell y el pequeño Enrique y estuviera ayudando a contar
su historia, la historia que toda Inglaterra quiso ocultar asi que realmente os
recomiendo esta novela porque, os transportara a otra época.
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